LOS PRIMEROS PROBLEMAS: LOS BERRINCHES.
Muchas madres con niños de un año o año y medio creen que los berrinches de sus hjos son incontrolables. Para saber hasta qué punto un berrinche es inmanejable, hay que diferenciarlos de una situación de descontrol producida por cansancio, hambre o porque el niño no se encuentra bien.
Antes de los dos años, los niños suelen tener berrinches porque están sobreestimulados. Por ejemplo, cuando se cansan de caminar, cuando hay mucho ruido, o cuando hay tensión en el ambiente… Lo que habrá que observar es qué situación el niño quiere controlar mediante berrinches o si lo que busca es satisfacer un capricho y consigue lo que quiere.
En cualquier caso, cuando el niño pequeño tiene un berrinche lo mejor es:
– Si está lejos de la casa, por ejemplo en un supermercado o un restaurante, llévalo a un lugar donde puedan estar el adulto y él solos. Por ejemplo, al coche. El objetivo de estar solo con él es esperar que se calme. No se puede hablar con un niño si está nervioso, asi que lo único que puede aspirar es a la tranquilidad. Piensa que tu mensaje tendría que ser: “Te quiero mucho y no te voy a abandonar en este momento difícil, pero no voy a permitir los berrinches.”
– No lo dejes solo. Algunos padres creen que dejándolos solos se calman por sí mismos, pero lo cierto es que en la mayoría de los casos se bloquean porque se sienten abandonados.
– Réstale importancia al berrinche. No es el fin del mundo. Tu hijo verá que tu éstas allí, que lo acompañas físicamente. Mientras espera que se calme, ponte a pensar en algo agradable, positivo y no en lo “insoportable” que se está poniendo tu hijo.
– Cuando veas que está tranquilo, dile -con mucha firmeza- que no puede portarse así y explícale brevemente lo que hizo. Inmediatamente distraélo con otra actividad…,algo que le guste, que él haga bien.
– Elogia sus esfuerzos.
– Avisa a tu hijo con tiempo cuando hay un cambio de actividad: “Dentro de cinco minutos vamos a dormir”.
– Antes de ir a cualquier lugar público explícale a tu hijo cómo se debe comportar, lo que puede hacer y lo que no puede hacer. Haz que participe en la compra y que se sienta importante porque te está ayudando.
– Distráelo, dile lo que te gusta de él y dile que lo quieres.
